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Quiero contar esta historia desde el final, pero éste no esta escrito. La única solución es esperar hasta el miércoles y mostrar el desenlace. Yo no me estreso.

Lo que sí quería escribir, que luego se me olvida y la historia queda coja, ciega y sordomuda, son algunos flashes que me vienen todavía al recuerdo, porque "somos hombres, no topillos".
Ayer en el viaje de vuelta mientras medio-dormía medio-cerraba-simplemente-los-ojos pensé: llevo cuarenta y ocho horas con esta gente y ni siquiera había quedado con ellos...

El viernes 3 de agosto a las once me levanté de la cama en calzoncillos y me puse a tocar el piano. Lo recuerdo porque llevaba dos años sin tocar el piano. Despaché un gran desayuno con croissants, zumo y café negro y volvía a tocar.
Poco más tarde Ornela me llamó acusando el recibo de mis llamadas de madrugada. Le conté un poco sobre mi conversación con Míster X, y a punto de colgar, me recordó que se iban a las dos del mediodía: "..te vienes no?"
- Que va tía. Esta peña va sola y con quién yo puedo quedar esta a su rollo en el camping.
- Pero yo voy a quedar con Aida eh.
- Y dormir?
- De frente para la playa
......(paro de reproducir el diálogo cuando me doy cuenta de que me lo voy a tener que inventar al no recordarlo con exactitud. De una forma u otra, la idea es la misma)

El caso es que a la una y veinte colgúe el teléfono. En veinte minutos estaba saliendo por la puerta de casa. Como luego me dijeron, no fui muy difícil de convencer. Necesitaba algo diferente.

Allí después de la primera y suave sesión de playa, las primeras cañas y reunión del grupo empezó lo guapo. Vestido, aseado y encoloniado cargué con el alcohol (una droga planeada), y carrusel.

...fotos, risas, copas, baile, mirada, copas, música, copas, Almax, más copas, .......conozco a Foli, amigo de Sandrita y Carmen de Pucela, más más y más copas...

....................playa durante diez largas horas.

A eso de las tres del mediodía, mientras Ornela y yo disfrutábamos del sol de nuestro exilio sin saber cuanto nos íbamos a quemar, empecé a oír "¡¡¡Oé Oé Oé Oé!!!". Me incorporo sobre la toalla y veo en la rampa tres de la playa un grupo enorme de gente. Me pongo de pie y veo a todo el mundo gritando y saltando...vaya rave!!

De forma improvisada unos locos habían llevado un loro con la que regalaron al respetable una sesión remember sin igual. Bolero 10 y Máquina Total 2 debía de ser lo único que llevaban encima, pero vaya como lo movían. Según me decían estaban comprando cajasy cajas de sidra solo para tirárselas a la peña...y así, hasta por lo menos las ocho de la tarde siguieron, que fue cuando yo empecé una noche bastannnnnnte larga.

Tomando cañas y apurando los últimos canutos nos dieron las tres del mediodía, junto a un grupo de getafenses y el gran Pepe (un tipo de Avilés encristalao hasta las orejas al que habían encontrado en el puente, adoptado y bautizado). De ahí para casa.

Casi todo aprobado, alguna asignatura para la convocatoria extraordinaria...y todo eso sin haber casi pasado tiempo con el grupo que yo conocía previamente a mi llegada. Lo siento chicos, y gracias a los que me aguantaron y aguanté durante dos días enteros.

...Perdonad chicas, alguna de vosotros tiene una horquilla??!?!?!?!?!?

Al final he contado casi toda la historia, y pensandolo bien, aunque el final sea bueno no lo voy a contar, y si es malo tampoco me voy a humillar públicamente. Sobre la subasta de la historia al completo podéis dejar vuestras ofertas en los "tintos".