Hoy, desidealizo

Mañana ya haré lo que me de la gana.

Ayer me senté con una de las tías más potentes de la biblioteca. Al lado de ella empecé a pensar que no es para tanto. Me convendría llevar inyecciones de hielo para enfríar mi cerebro cuandno empiza a funcionar más rápido de lo aconsejable.

Ayer apunté un par de frases brutales. Quizá aquí no se aprecien en verdadera magnitud, pero en su momento eran dignas que quedar perpetuadas:

"Ese tío no sabe levantar los pies del suelo coño. ¡Es porque le gusta que le miren!"

(Aeronáutica estresada anónima leyendo el 20minutos-no estaba nada mal por cierto)

16:22 del 23 de mayo.

"Todos los tontos tienen suerte."

Menos yo, debería decir. No apunté la hora porque repetí esta frase millones de veces. Quién me conozca sabrá porqué lo digo.

Voy a poner otra cafetera a funcionar. El día es largo y en Madrid el cielo se cae a pedazos. Mejor hibernar en casa rodeado de cálidos libros, integrales triples e internet.