viernes, 25 de mayo de 2007

Noches a media luna


El esnobismo es un estilo de vida increíblemente atractivo. A pesar de su origen etimológico un tanto despectivo, proveniente de la Inglaterra del siglo dieciocho. Los Sine Nobilitate, que entonces eran denostrados por su origen vulgar y mundano, han dejado en herencia el título a un nuevo grupo social de este nuevo milenio.

Hoy considero que ser un snob es admirar a los grandes, a esos sabios a los que uno aspira a parecerse en lo intelectual.

En mí lo aplico como la adquisición de nuevas costumbres y manerismos provenientes de los mayores. Sobre todo en una era en la que se margina la vejez, heptagenarios cómo mi tocayo Sánchez-Dragó son un punto referente a diario.

Quizá es por la ausencia de estímulos en los medios de comunicación, a lo mejor por la ausencia de sustancia "graciosa". Probablemente por las cosas que creo tener en común con él, entre otros:

Estar de vuelta de todo me lleva a disfrutar un poco de whisky con hielo mientras leo un libro, un café cargado por las mañanas ante los periódicos digitales, un fondo de jazz mientras escribo estas líneas.

Nunca llegaré a ser alguien tan especial. Carezco del patrimonio y del talento literario, pero mientras me pueda seguir haciendo feliz leyendo, disfrutando de las pequeñas cosillas, intentar tender a la sabiduría, hasta mi fecha de expiración, espero lejana, será un alivio contra el trajín diario.


Espero proximamente, en acabando los episodios nacionales de Don Benito, aprender a seguir el "Sendero de la mano izquierda". Si lo encuentro, lo recomendaré aquí.

2 comentarios:

Marduk dijo...

Aviso para blogonautas. Cambio de dirección.


www.marduksblog.blogspot.com



(por si gustasen ustedes seguir leyéndome)

Marduk dijo...

Otra vez. He vuelto a la antigua. :)