Remember

3 AM. Qué bien funciono a estas horas. Si no fuera porque la vida diurna me ha dado alegrías viviría de noche. La creatividad se levanta a medianoche y se acuesta con el calor de mediodía.

Apunte a navegantes: el temazo que empiezan a pervertir en politono "Boten Anna" es el sonido de centroeuropa. Las discotecas donde se refugian vidas frías y cuadriculadas. Estas notas acompañan a chupitos de vodkas de los más extraños sabores. Yo cierro los ojos, como aconseja Fito, y me veo en septiembre de 2002, hace casi cinco años, bebiendo un gummibeli (vodka rojo con red bull y osos de gominola) en el Tanzpalast de Baden Baden.

Mis deseos me devolverían allí. A ese pueblecito vienés donde los Kebaps eran auténticos y baratos. Café caliente con pan de chocolate en la estación de tren para desayunar, al lado del instituto al que yo asistía como estudiante de intercambio.

Hoy, a dos semanas de cumplir años, me alegro de hacerme más viejo, porque es precisamente eso, la conciencia de que la vida pasa delante de ti si no te dejas llevar, lo que me hace querer vivir más cosas. Objetivo para mis próximos cinco años: poder cerrar los ojos con una canción diferente y verme en otra punta del mundo envuelto en la situación más inverosímil.

¿Alguien se viene?